Parece una frase de enamorados… pero no: es que “los de religión” ya estamos saliendo de visita por las parroquias del entorno. Nos las hemos repartido por cursos: 1º ESO a Villafranqueza, 2º ESO a la Colonia Santa Isabel, 3º ESO a la de Colonia Requena, 4º ESO a Ciudad Jardín y 1º Bachiller a Divina Pastora.
Pero no son los únicos lugares a visitar: aprovechamos para relacionar otros sitios del barrio con contenidos trabajados en la asignatura (desde un centro de atención a inmigrantes hasta un “simple” y hermoso parque…). Además: no podemos vivir de espaldas a la realidad que rodea al centro educativo, sería quedarnos en una burbuja y dejar de preparar a los alumnos para enfrentarse a la realidad.
Las salidas extraescolares, bien organizadas, son una ocasión única para aprender. Los alumnos ponen sus cinco sentidos en lo que se ve y se escucha. Para ellos, las personas que visitamos son “bibliotecas vivientes”, ejemplos de lo que se intenta enseñarles en el aula. De ese modo perciben que “es posible” vivir todos esos valores de los que tanto hablamos y que a veces parecen no verse por ningún sitio. Pero sí: hay gente buena esforzándose por lo bueno, “haberlos haylos”… aunque no salgan en la tele.
Cierto que hay dificultades en su preparación: a veces hay problemas con las fechas –para que no coincidan con exámenes-, o es difícil localizar a las personas que vamos a visitar, o cuesta centrar a los alumnos en la actividad… o incluso, a veces, hay personas que valoran poco este esfuerzo, por pensar que es un día que nos tomamos “de vacaciones” -eso es porque no han hecho ninguna como educadores-, o que es menos importante que las clases que se pierden... (y que luego se recuperan fácilmente). Aún así, las seguimos proponiendo, porque para nosotros son insustituibles. Si no fueran un medio idóneo de aprendizaje, no estarían permitidas por el sistema educativo ¿verdad?.
Seguiremos informando.
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